Maduro el silencio de mi corazón,
despacio,
sabedora de que el tiempo es nuestro
y la vida un intermedio.
Los sueños se van cubriendo de pieles y plumas,
los pasos se hacen firmes y atentos,
los gestos se afinan
mientras que el presente se llena de todo
y todo es bienvenido.
A veces una sonrisa me recuerda algo,
otras...
simplemente el horizonte me da la consciencia
de que todo llega y pasa
aunque parezca lejano y difuso.
Los dias son como un parpadeo,
imperceptible y necesario.
La tierra es el sustento de mis pies
y realidad para mis ojos,
mis raíces son puntales de vitalidad
que sacian el sendero de mi alma cálida.
Se abre el silencio pacífico
Se abre el silencio pacífico
de mis sentidos profundos.
Gracias
Todá Rabá!
ResponderEliminarShalom