Del sueño a la Realidad...

Sueño que me despierto, veo las nubes detrás de los árboles, me levanto y atentamente observo el rostro reflejado en el espejo... preguntándome quién es la que está durmiendo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

CUESTIÓN DE ESPACIO


Hoy volví a sentir el peso de la angustia oprimiéndome la garganta,  los espejos se disfrazan de circunstancias y dificultan mi proceso de comprensión.  Mi mente aún me engaña. He estado así buena parte del día, pero hace un instante, en un aliento nuevo, algo ha cambiado. Algo, no sé, algo de repente se ha dado la vuelta y todo lo que sentía ha cambiado de golpe.

Sé que lo último que me he dicho ha sido, ya basta... y así se ha acabado todo. El peso angustioso que tenía en la garganta me ha reconocido que está en mi la energía y la voluntad para tomar tanto espacio com me resulte cómodo, y si... es eso.  Es espacio.  Lo que ahora tengo.

Respiro hondo, aún estoy algo turbada, apenas reconozco nada, pero sinceramente ya no me sirve nada de cuanto conozco.  Estoy cansada de andar por las mismas piedras y dar rodeos por los mismos surcos,  la rutina y el conocimiento no me ensanchan y cuanto más crezco, al mismo ritmo crecen mis ahogos.

Ahora mismo todo cambia, soy yo la que se levanta y escribe por primera vez. No se quien soy, en realidad no importa nada de toda esta mascarada.  Si me miro bien, si me miro por dentro, el vértigo me dice que apenas hay nada más allá del miedo que he sentido a lo largo de tanto andar. Sin embargo más allá del miedo y más allá de la angustia está todo el espacio que mi aliento necesita para ser en plenitud.

Hoy voy a dormir contigo, no importa que el día haya sido una calamidad, ni que el sonido de mis resistencias hayan nublado mi verdadero sentir. No importa que todo haya salido del revés y que cuando quiero acercarme me aleje y al revés. Hoy voy a dormir contigo. 

Nos abrazaremos en silencio, sin decirnos nada, rodeados los brazos sólo de amor y de Ser y nos traerá la noche el regalo tibio de la presencia, el hondo suspiro del que ama y permanece en la paz suprema a pesar de las circunstancias.  Hoy cerraré los ojos y abrazada a la infinita presencia de la unión de nuestras almas miraré el mar eterno del amor y recorreré con delicado paso el latido inalterable de lo absoluto.  Encontraré en el reducido espacio de nuestro abrazo la inmensidad que siento y no volveré atrás, ni miraré adelante. 

Hoy el latido se expande, siento que puedo, sé que soy... y en esa confianza respiro nueva vida. Todo lo que se cae, tiembla y se derrumba ya no merecen mis lágrimas, todo lo que es susceptible de perderse es que nunca estuvo realmente aquí.

Aquí y ahora no necesitan de mi pequeño lamento crónico, ni de mi perpetua búsqueda y mucho menos de mi estrecha percepción.

Quizás hoy se acabe el mundo, quizás todo cambie, pero yo he descubierto dentro de mi un espacio infinito de Serenidad y ahí voy.  

viernes, 14 de diciembre de 2012

SIMULTANEAMENTE



Hay “algo" que aparece en mi mente y que siempre necesita “algo”.  También está la intuición de “un algo” que surge del vacío y está más allá del necesitar; sólo ve. Y luego está este espacio Vacío en el que me encuentro, dentro del cual me percibo también, incluso más allá de las necesidades.

Miro desde el silencio. Miro desde el vacio. En la inmediatez de mi propia comprensión... y Yo, como entidad, me deshago. Entonces no veo la libertad, veo desde la libertad porque soy libertad. Los fenómenos no pueden atraparme.

Este ahora que está presente, que ni siquiera sabe del concepto de ahora y desde donde surge el concepto de ahora, es lo más fresco!  Tan fresco que no es necesario decir ahora o decir aquí.

Lo que pasa es que la mente está siendo deconstruida, incluso de aquello más sutil.  Permanencia fugaz del movimiento inalterado que Soy.

Todo simultaneamente, sin esfuerzo alguno, sólo como un sentir, como un solo Ser.

Redesconociendome desde el latido de lo absoluto.  




lunes, 26 de noviembre de 2012

EL TIEMPO NO ES NADA Y A LA VEZ ES LO ÚNICO QUE REALMENTE POSEO.



El tiempo es la velocidad a la que desaparece el pasado. 
Las memorias resucitan brevemente los mundos perdidos.
El tiempo es lo que impide que toda la historia ocurra de golpe. 
El presente es lo único  que importa.
El ahora es un ejercicio de felicidad.

domingo, 18 de noviembre de 2012

EL OJO DEL HURACAN




En un momento llegó, presagió su entrada arrasadora tan solo con un estruendoso rugido, y todo empezó a saltar por los aires. Un remolino de caos alborotó el espacio entero, arriba y abajo se esparcía todo cuanto con tanto esmero he labrado en estos años: la templanza, el aprecio, el tesón, la fuerza, el entusiasmo, la alegría, la paciencia, el amor, la alianza, la correspondencia… todo. Lo humano y lo divino se agarraban de los brazos con tanta fuerza que me provocaba terror. Todo a mi alrededor se arremolinaba tan velozmente que me provocaba mareo, angustia, un terrible vértigo. Perdí por un segundo la noción del tiempo y de la gravedad y después de ese segundo… nada, el vacío. 

El vacío que inunda el medio del ojo de huracán, aquí no hay nada. Nada queda de mi. Aquí no hay aire, no puedo respirar, no puedo respirar! Un vacío intenso penetra en mis pulmones y me congela el aliento, me duele el pecho, el esternón, las costillas, las clavículas… intento aspirar en vano, abro la boca y el vacío constriñe mis vías respiratorias vaciándome por entero. 

El terror es lo único que aún puedo reconocer, todo lo demás es caos, todo lo demás está más allá del remolino. Se congelan mis párpados y una lágrima furtiva que rodaba estalla en hielo. 

En un segundo la vida entera se ha detenido, el tiempo se ha paralizado, sin aire, sin ser… ¿qué queda?  

El zumbido atronador ha dejado paso a un silencio tenebroso, los pensamientos mutilados son sangre putrefacta, desechos carnívoros de recuerdos equivocados. 

Todo se ha precipitado ante si mismo, ¿qué queda? ¿qué queda en mi? ¿Qué soy ahora, cuando ya no hay vida, cuando todo cuanto soy y lo que tengo ha volado estallando en mil pedazos y no queda ya nada que dar, ni aire, ni aliento? 

Estoy presa de las tinieblas, las cavernosas grutas del infierno han penetrado en mis entrañas royendo mis huesos, la angustia consuela el vacío de mi soledad. 

Lo que no di, lo que no viví, lo que no entregué, lo que no entendí y lo que no moví recitan salmos mortuorios y reclaman venganza con espuelas sobre corceles negros que fustigan mi espalda quebrada.  

El amor que habitaba en mi se ha deshecho, ha huido el muy cobarde reconociéndose en ultima instancia, sabiéndose impostor y necio. Y viéndolo partir entiendo tarde que el amor no mora jamás en la soledad, pero ese impostor ha salido corriendo en mala hora, pues entonando un crujido seco se ha partido en dos a medio camino, como mi voluntad. Ya no resisto más! 

No hay tiempo, aquí el vacío es penumbra y desierto. No hay vida, el sentido es como un escalofrío que recorre una corriente invertida de ocasiones perdidas, y un lamento quejoso y eterno se esconde muy vagamente más allá de mi pretenciosa rotura. 

Más allá del caos, el sentido y mi alma perdida se apagan, su tenue luz apenas se distingue como una llamita que parpadea entre la herrumbre y la ceniza. ¿qué queda aún? ¿por qué no muero? ¿por qué no se acaba esta tortura insoportable? No hay un solo agujero que perfore este vacío que atrona en silencio. Si no hay aire, ni ser, ni nada! ¿Qué queda? ¿QUÉ QUEDA? Grito en silencio y nada me contesta. Nada es. 

No hay piedad para la angustia, la angustia y el dolor se apoderan de mis tripas, ruge el sendero agotador de mi sufrimiento como maderas retorcidas en un torno implacable, y yo sigo aplastada sin vida y sin muerte en este punto. 

No hay salida, ¡lo siento! ¡no puedo! me rindo, no puedo vivir sin aire, no puedo vivir sin ti! 

Ahora si. 

Ahora entiendo, ahora sé, ahora siento y nada importa ya. Porque consigo ver tu rostro en mi memoria y en el mar de tus ojos descubro mi destino. Sé que esto pasará, ya no siento nada, no hay miedo, no hay muerte, ni vida, no queda aire… pero tu luz se ha posado junto a la mía y juntas forman una sola luz brillante, cristalina y cálida. Es lo único queda tras del terror y la muerte, más allá del dolor y la angustia, más allá de lo soportable y lo insoportable, más allá aún del más allá, está la Luz, nuestra Luz. Lo sé, ahora sólo ella puedo ver, no hay más, nada más hay. Al final … Confío.

sábado, 17 de noviembre de 2012

RELATIVO.



Hoy el día ha amanecido con un cielo encapotado, una masa gris y difusa dibuja un horizonte metálico, la luz es fría y el despertar ha sido anodino.

El otoño está agarrando con fuerza, el frío se aproxima y la tierra se apelmaza y se endurece. Todo revierte su energía y yo... yo también;  esta mañana he visto varias de mis hojas caídas, mi rostro cubierto de escarcha y mis manos entumecidas.

La energía está invertida, va hacia adentro. Lo observo y lo noto. La savia, el calor... toda la naturaleza ha empezado su introspección, el letargo y la iteración y yo... yo también. Observo mi entusiasmo encogerse, hacerse chiquito poco a poco e invertirse... y observo la certeza de lo inevitable, obviedad... otro invierno se aproxima, si... y lo digo mirando al gris horizonte sin más remedio que aceptarlo, como acepta el roble la estación que ha de pasar, sin juicio alguno.

Aquí estoy, rendida a la estacionalidad... observando en gerundio, igual que siempre pero algo  distinto... porque cada vez es algo distinto... y ese algo que cambia es el sutil acento de la existencia y observarlo... es el aprendizaje vital.

Y aquí estoy  rendida en la aceptación de lo que hay, sin resistencias, sin juicios y sin temor.  Estoy parada en la linea del tiempo y observo como transcurren los hechos, las circunstancias, las nubes y la gente. Siento como muta de nuevo mi concepción del espacio-tiempo y como poco a poco dejo atrás los rizos lejanos de unos bucles interminables, rizados por los augurios, por los miedos y precipitados por la ansiedad y el sueño.

Estoy en mi cama, rendida a la plomiza mañana, oigo a mi hija jugar con el ratón y cae el día frío sobre mis dedos. No rindo silencio a la nostalgia porque escribo, ni pleitesía al “pobre de mi”, porque aunque no lucho me sostengo firme. Si me mantengo en equilibrio aunque estoy escribiendo mi pequeña humanidad de otoño, sintiendo la pereza y la apatía al mismo tiempo. Aquí estoy relajada y rendida, dejándome caer sobre mi propio frio, con mis pieles, en mi cálida cueva, desde montaña austera... y creo que es la primera vez que me rindo a mi ser otoñal... sin embargo por dentro creo que por primera vez sonrío.

Sonrío porque he aceptado por fin que la vida es así, que la realidad es esto, y yo... también.  Sonrío porque me acepto y me quiero a pesar de que mis fuerzas fallen, sonrío porque me sostengo a pesar de que las cosas no vengan por donde espero y me acuno en mi soledad con mis propios brazos. Ahora espero sin más esperanzas vacías, espero entre la certeza de mi raíz el rayito de sol y la brizna de calidez que me devolverá la vida de afuera y me hará rebrotar.

Aquí estoy sonriendo. Confiada. Porque sé que aún ha de llegar más frío en el invierno, aún ha de caer hasta la última esperanza, aún he de quemar hasta el último tronco en la hoguera, habré de soportar hasta lo insoportable el hielo fatuo de la estación del frío, pero me aguanta la certeza del sol que vendrá. 

Si, lo sé,  rebrotaré en la primavera decisiva, y estoy firmemente segura... porque en esta vida, entre estaciones, me siento limpia y tranquila por primera vez.  Tengo el corazón abierto, limpio y transparente por primera vez. Tengo la mente callada, en calma y aliada. Tengo los dedos firmes y sinceros. La mirada atenta y el alma presente. Ya no le tengo miedo al frio, ni al silencio, ni a la soledad, porque son míos y los abrazo igual que abrazo la tristeza, al dolor y al letargo.

Así que aquí estoy... en este otoño plomizo, viendo como el viento arranca mis hojas, como arrastra por el suelo mis pieles muertas, alejando lo que ya no sirve, desplomando lo que no puedo aguantar.  Así estoy, humilde y humana como nunca. Tan real como el vacío.

Sin más que Amor.  Porque eso sí, he descubierto que el Amor es inmutable a las estaciones, a las guerras, a las ausencias. Es capaz de permanecer inalterable ante las luchas, las ofensas, la distancia y el olvido. El amor permanece exacto sin remedio, porque el amor es la única medida absoluta y hace que todo lo demás sea relativo.

miércoles, 24 de octubre de 2012

...DE LO REAL DEL AMOR Y DE LA INEXISTENCIA.



Hoy me he desperezado de la pereza y al extender los brazos he abrazado el infinito impredecible. Parece raro, pero hoy que estoy en otro frio hotel desconocido empiezo a descubrirme en abierto, sin caparazón, sin costra, sin velos... la realidad en el claro mundo de lo que soy, sin pretensiones raras, simplemente con lo cotidiano, lo llano, lo dispuesto, lo que hay...

Aunque pueda parecer síntoma de bipolaridad, no es por ello menos cierto que vivo en coexistencia perfecta entre un ser adentro y un ser afuera que se fusionan impredeciblemente según aparece el tiempo. Sería mentira decir otra cosa, porque lo más sincero es decir que nazco perpetuamente a un ahora irremediable.  Dentro existe otro tipo de tiempo que no se mide entre relojes y calendarios si no en presencia... A fuera trato de ser lo mismo en una pantalla que proyecta además de mi percepción el mundo condicionado a través del cual intento distinguir la realidad.  

¿y que es real?  ¿y que soy yo?

Esto soy, esta que escribe y siente, la que late en silencio tras la oscuridad del velo de lo impuesto. Aquí soy, la que ama, la que confía, la que presencia, la que aprende, la que se desprende, la que atiende y la que queda cuando todo lo que parece ha desaparecido. 

Soy siempre amor, únicamente amor distingo, únicamente en el amor confío, exclusivamente en el amor sé que soy real. Aunque cierre los ojos y la oscuridad me impida reconocerme, soy  siempre... soy  porque te amo, porque en el amor y solo en el amor puedo ser real. Existo en la basta extensión del vacío de tu presencia que es la mía y tu ser que soy yo.  Ahí es donde mi aliento se expande más allá del sueño que transitamos siendo uno sin temor. En presencia de tu amor no cabe miedo, ni duda alguna, porque de él nazco y renazco constantemente en un expansivo latido perfecto que es mi origen y mi único destino.

Amor eres aquí donde soy y, donde quiera que voy sigues llenándome plenamente, sólo contigo consigo vivir y ser a la vez.

Todo lo demás es puro artificio, el tiempo que ha de sembrarse, las estaciones de paso, la fugacidad del pasajero inadvertido, el laboratorio experimental de la existencia... el cotidiano suceder del día.

Eres mi anhelo, mi amor, mi sentido, mi realidad, mi destino y mi fuerza... Eres en mi Ser lo que sólo Soy en Ti.  

jueves, 13 de septiembre de 2012

LA APERTURA DEL CORAZON.

"Llegó un momento en que permanecer encerrado en el capullo era más doloroso que eclosionar".

Anaïs Nin


Vivo sin miedo a la crisis, avanzo en busca de lo desconocido porque ya he agotado todos los recursos que crecían dentro de mi cerco de seguridad; ahora que comprendo que ya no quepo dentro de mis propios limites sé que es el momento exacto de arriesgarme, de evolucionar y de expandirme. Ahora , siempre es el único momento propicio para ir más allá de lo que creía saber, ser más flexible, aprovechar mi capacidad de aprendizaje, revisar bien los planos y encontrar las salidas.

miércoles, 4 de julio de 2012

EN LA ESPIRAL DEL TIEMPO EL MILAGRO SE CIERNE.



Date tiempo, tienes todo el tiempo del universo. Sonríe, busca el aroma de la felicidad. Tu espíritu es Amor y Libertad, confía en ti; acepta la realidad, deja que las cosas pasen exactamente como suceden, no intentes cambiarlas, ni ir más rápido que los sucesos. Las cosas son siempre lo mejor que pudieron ser cuando fueron. Cultiva la paciencia, la compasión y la bondad incondicional.

Se siempre tú, nunca dejes pasar un solo día sin recordarte a ti mismo que eres hijo de Dios, Amor en toda tu extensión. Ábrete a nuevas formas de ver, humildemente entrega todas tus armas, abandona todo cuanto crees saber, no albergues expectativas, despójate de cualquier conflicto, despréndete también de las quejas y los reproches y… si en alguna ocasión temes o dudas, aférrate al recuerdo del Amor, tu voluntad será la antorcha que prenderá nuestro Ser y El sabe como guiarte hasta la Unidad que siempre hemos conformado.

Observa, contempla serenamente, practica la escucha silenciosa y confía. Nunca dejes de confiar. No desprecies el valor de tu instinto, la inspiración te guiará siempre a través de los caminos propicios, aún cuando creas estar perdido.

Busca cercanías, construye relaciones que tejan una red de Amor incondicional. No te esfuerces demasiado, no te canses, ni te agotes; trabaja siempre con honradez y deja espacio para los momentos vacíos, disfruta de la brisa, del sol y de los abrazos desprendidos.

Deja que la luz ilumine hasta lo más profundo y confuso de tus sombras alumbrando los miedos que se ocultan allí, contémplalo todo sin juicio alguno, serena y amablemente.

No tienes que ser nada más que Ser, deja en manos del Devenir, del Amor y de la Divina Comprensión lo que tenga que ocurrir para que se abran los caminos que aún necesitas transitar para aprender, atiende a cada circunstancia con sintonía y sin temor, porque del dolor tienes aún que recordar, pero ante todo aprende a ser feliz, porque la felicidad te ahorrará mucho tiempo de rodar sin dirección. Confía en cada paso que des, pues cada uno de tus pasos te acerca al Amor que mora en el recuerdo de tu más secreto misterio.

Somos Uno, Dios es. Ahora y siempre tuya.

Pi

miércoles, 27 de junio de 2012

CONTEMPLAR Y ATESTIGUAR



Esta semana, como las de atrás está siendo una semana intensa, además de mis problemas de salud que originan verdaderas convulsiones a nivel emocional, me ha sobrevenido la acogida en casa de un gran amigo con un serio problema que se encuentra desesperado y apurado. He aprendido mucho con esta experiencia, lo primero es que a pesar de todos mis pesares siempre me queda la profunda intención de tender mi mano abierta al que necesita ayuda.

He hecho de terapeuta lo mejor que he sabido y a pesar de haber confiado plenamente en que mis intenciones y que la ayuda ofrecida venía de la fuente original he descubierto que nadie puede ser ayudado si no se ayuda a si mismo. 

Ver reflejado en mi entorno tantas cegueras como yo he traspasado, me ha ayudado muchísimo en el arte de darle el preciso valor al tiempo, aunque sobretodo me ha hecho ver respecto de él (del tiempo) que no hay nada que pueda hacerse antes de cuando es su preciso momento. 

Esta semana ha sido un canto al aliento y a la paciencia. Ha sido un reconocimiento al valor de las sombras por las que he transitado a lo largo de mi vida, también un esfuerzo tremendo en mantener un sereno equilibrio entre un bombardeo incesante de confusión, caos y desconciertos. Saber que un desequilibrio químico puede alterar absolutamente todas mis percepciones en un segundo, haciendome sentir lo que no reconozco como mío, saltar, destriparme, ponerme a llorar como una cría y seguir sabiendo que todo eso que sucede es temporal y por lo tanto parte del espejismo del Gran juego de la vida, me ha hecho ahondar aún con mayor fuerza en mi refugio interior. He descubierto un camino sencillo para llegar a una parte de mi que no se altera a pesar de que afuera todo esté saltando por los aires. Me acojo a la plena certeza y a la fe crucial, de sentirme una partícula de amor divino y dejo de identificarme con todo aquello que no refleja esa identidad inamovible.

Me gustaría poder decir que no he saltado, que no he dado una palabra más alta que otra, que no he tenido ningún momento de ceguera transitora pero a estas alturas, ni lo haré, ni nadie que me conozca me creería. Así que lo único que puedo seguir diciendo una y otra vez es que voy paso a paso por el camino, trabajo honradamente y poco a poco se abre mi comprensión y mi mirada acierta a ver, lo que detrás del pensamiento no vi ayer.

Me ha encantado el suceder de los días, la mágica sincronía de los procesos de atención diarios. Aprendo mucho, ya no a un nivel de aprendizaje forzado por la memorización de citas y de conceptos, todo lo contrario, estoy integrando lo que toca en el sobre cerrado de cada día, cuando atravieso las sombras me sorprende gratamente darme cuenta de puedo perderlo todo excepto a mi misma. La vida y la muerte están varíando también discretamente su significado y con el sutil cambio cambio mi día a día.

Los momentos terapéuticos vinieron en el día y la hora del mayor colapso, y aprendí a estar en el lugar y momento preciso para que ocurriera lo que tuviera que ocurrir. Y mi lección ha sido aceptar que todo aprendizaje ha de ser voluntario y evolutivo, que el universo siempre nos manda ayuda, pero que en la mayoría de las grandes crisis, nuestras cegueras impiden coger el cabo. Aún así mi actitud de servicio se sigue afianzando y mi anhelo se refuerza, porque sé que esta expansión ha superado con creces mi nivel persona y mi ego ha transcendido a la necesidad de hacer las cosas para un todo, para todos, y empiezo humildemente por lo que tengo más cerca, sin más pretensiones que estar abierta, entregada y preparada para cada momento. 

Eso me llevó con dulzura al don de la flexibilidad, mi estado físico me ha hecho entender que no en todos mis momentos, ni que todas las personas tenemos la misma fuerza, el mismo coraje y los mismos valores, así que empezando como siempre por dentro, estoy aprendiendo a exigirme sólo aquello que realmente puedo dar con honestidad.

Quizás lo más interesante de toda la semana ha sido también aprender por primera vez a decir basta, no, lo siento, no puedo, ahora esto es demasiado para mi. En esta humildad entiendo a mis hermanos como me entiendo a mi misma y los respeto, como respeto mi momento, la aceptación de la imperfección, de la perdida y … quizás de entre lo más alto que he podido aprender en estos días ha sido el dejar de luchar conmigo misma, vencerme sin convencerme, dejar de resistirme, al rendirme a mis propias fuerzas y resistencias internas y pedir ayuda. 

He entendido que no hay que llegar a las metas, que no hay metas, que no hay planes para la vida, que la vida se pasea en cada momento con lo que tenemos en nuestro interior aunque en plano físico a veces sintamos que no sea nada, entonces, cuando yo he sentido que no es nada, simplemente he permanecido sentada aceptando que no sé, esperando que la inspiración o una fuerza renovada me levantara y me invitara a seguir otro paso más. 

Ya no hay prisas, ya no hay metas, solo sentido y lucidez. 

Sigo siendo yo en la inmovilidad y sigo siendo yo en los holocaustos salvajes de los desequilibrios químicos de mis hormonas, porque tanto en el caos, como en la inmovilidad pura la consciencia sigue intacta, no se diluye aunque el pensamiento se cierna sobre una ceguera momentánea…. espero y espero y más pronto que tarde todo vuelve a su cauce, y el cauce es siempre el amor divino en el que me reconozco a diario. 

Del error y la experiencia, no hace falta que añada nada, puesto que pasado y futuro se combinan en una consciencia atemporal y sigo adelante con lo que tengo, aceptando cada error como una gran oportunidad, crezco, crezco y sigo creciendo. De los errores aprendo, evoluciono y gracias a ellos me observo, observo mis conductas exageradas, mis teatros obsoletos y los detengo. 

Gracias, estoy tan agradecida a este desequilibrio que me permite ver tan profundamente tanto que ignoraba, que no puedo más que seguir y volver a intentarlo, seguir con atención el proceso del ensayo-error hasta que de una u otra poco a poco se abre paso la consciencia. No tengo sentimiento de fracaso, el sentimiento que de mi se apodera con más resolución es siempre una gran mezcla de amor y gratitud.


Brisas del corazón que llegan como regalos en la cálida presencia del verano, brisas de gratitud de hacen sonar las campanas de mi consciencia. El agradecimiento se ha instalado tanto dentro como fuera de mi. Estoy viviendo lo que hay y confio en que lo que no consigo entender ahora, el proceso me dará más tiempo para entenderlo luego. Las campanas de atención que suenan al viento me recuerdan el movimiento, el nivel persona que se revela y revela la poderosa fuerza del programa, del ego y de la inercia. Pero todo ello no es más que un síntoma de atención, porque a pesar de todo lo más importante es que… LO VEO.

Mis ojos están cambiando, mis actos dejan de repetirse sin remisión y poco a poco se producen novedades que asimilo como grandes logros. Estoy muy tranquila en el fondo, la tempestad que ruge en la superficie es parte del juego de la vida y me presto a ella como un barquito de papel que tiene puesta toda su fe en la esencia de que no hay separación, de que no hay ayer, ni mañana, sólo momento tras momento de apertura, así en lo cotidiano empiezo a ser la que lleva las riendas de mi mente ordinaria, tengo herramientas para conseguir que deje de repetirme incesantemente tanto pensamiento negativo, empiezo a recitar pequeños mantras, grandes expresiones de pensamientos positivos, amorosos y compasivos, cuando se nubla lo que no consigo ver a simple vista me digo soy serenidad y me repito mientras mi cuerpo se convulsiona, presa de calambres, sudores temblores y escalofríos.

Hay un gran cambio. No tengo miedo. No existe un miedo que me convenza. Por eso sigo adelante, sé que todavía me queda mucho trecho y voy a recorrerlo porque tengo todo el tiempo del universo. Paso a paso, trecho a trecho.

jueves, 21 de junio de 2012

DE SONRISAS Y LÁGRIMAS



He cambiado mucho, he sido y posiblemente aún siga siendo, inmensamente profunda. Mi mirada no alcanzaba a ver más allá de la oscura ceguera del que no sabe que busca. Sin embargo el tiempo pasa y en su estela todo cambia. 

Ayer mi hija cumplía ocho años, el día ha sido un concentrado de emoción y nervios, sin duda preparar una fiesta bikinera para un montón de niñas acaloradas resulta entre divertido y complicado, pero las risas, las caras y las carcajadas han pagado con creces el esfuerzo. Creo que ahora me gusta esforzarme por las cosas del día y hacer de un día especial un acontecimiento imborrable. 

Mientras lo vivía una presencia mucho mayor que yo misma me presentaba un escenario superior, me reconocía en todos y cada uno de los seres que estaban a mi alrededor, mi hermano con su oronda satisfacción, ella sentada al borde esperando el momento de levantarse de la mesa de los cotilleos para encontrarse un gesto cómplice en un guiño, la embarazada que sueña ilusionada con su bebé y desconoce aún la letra pequeña, él que a pesar de estar desbordado por las circunstancias se pone el bañador y busca la manera de encontrar el ahora y abortar todos los miedos que le secuestran tan a menudo. La que tiembla al teléfono a cientos de kilómetros porque ha perdido la fe en su marido y llora presa de todos sus miedos. El que al otro lado del teléfono cruza la desesperación dando saltos entre errores para caer en el abismo del fracaso. Ella que con su cabeza rapada sube a duras penas los escalones de la casa con una sonrisa maravillosa en los labios y me da las gracias por la vida, por que ella sabe el valor del tiempo. 

He cambiado mucho, esta noche no duermo porque me ha desvelado la vida, porque el teléfono ha irrumpido en un desgarrado desencuentro y dos personas han roto la tensa cuerda que sostenía su amor por el insoportable peso de un solo malentendido. 

He cambiado mucho, hoy la brisa que me llega desde la ventana presagia vida, la noche es siempre cómplice se ha prestado para dejarme mostrar los vestigios de mi realidad y ahí es donde vivo y ahí es donde me reconozco atemporal y reflejo de la pluralidad que me envuelve, ahí es donde sonrío y le brindo mi agradecimiento a este insomnio ocasional y a la vida misma. Retomo el teclado abandonado durante tantos días y vuelvo a escribir el ritmo de la vida que me suena, porque la música de mi interior ya resuena más allá de mis muros, porque empiezo a arriesgar lo místico por un poquito de simple cercanía. 

Retomo el teclado porque el amor sigue siendo el motor de mi vida y el amor ha producido este cambio aparente, de un modo tan sutil como el goteo incesante que forma las esculturas calcáreas de las estalactitas. 

Hoy discurre la noche entre un sin fin de circunstancias ajenas y en todas veo amor, amor de todas clases, amor distorsionado, amor propio, desamor, amor desenfocado, amor errante… pero no todos los amores son súbditos del tiempo, porque existe otra clase de amor que no se subyuga, ni se empobrece al paso de los días, es un amor excelso que es siempre presente, que no se retrasa, ni se adelanta, que nunca se desborda, ni queda chico… es el amor del que ama lo que hay sin juicio, ni condición. El amor que da la mano, el que te ayuda a vestirte cuando te tiemblan las manos, el que sonríe al griterío de niños desmadrados y se divierte, el amor de madre y de padre que mira a sus hijos con confianza, el amor que le da un amigo a otro amigo y el amor que hace brotar por igual sonrisas y lágrimas. 

Lágrimas de amor que provocan cambios, que provocan orgullo y gratitud, sonrisas que perduran más allá de los recuerdos, cuando ya las apariencias han perdido su fuerza y quedan impresos en los márgenes los detalles realmente importantes. 

El cambio es el remedio para la parálisis, el elixir de la longevidad y la pauta precisa para surfear la ola del tiempo, sin que importe la ola, ni el tiempo, sólo el segundo que siempre sigue al ahora infinito. 

Si, he cambiado mucho.

lunes, 21 de mayo de 2012

LUNA VACÍA



La presencia se ha forjado entera, desde los pies a lo más alto de mi comprensión y más alto aún no llego, pero espero, detenidamente y sin prisas porque el paso preciso es la ahoridad de único tiempo que tiene sentido. 

Esta noche el sueño se ha ido de ronda y quedamos la ciega noche vacía de luna y yo, como tantas noches a entonar la melodía que la inspiración recita, sin perseguir más rima que la que salga y ser lo que soy sin más infructuosas búsquedas. 

Hoy no hay sueño y la vigilia me lleva por el camino del discernimiento, porque el entendimiento ha reclamado entre tanto fluir su turno, y aquí estoy dejándole que a su modo exprese sus postulados, sea lo que sea que anda barruntando. 

Quiere decirme que está cansado de buscar afuera, que entre tanto y tanto de ir entrelazando la memoria del supraconsciente ha encontrado la fórmula que le permite descansar de la fe y de la atención perenne y ser en definitiva lo que desde un principio ha venido a ser, quiere ser útil y discierne que la utilidad tiene su mérito, pues no está de más enfocar con acierto la lente y el objetivo que a cada instante resulta más recomendable, dada la fugacidad del tiempo y la inestabilidad de la luz que brilla entre la atmosfera sostenida de las estaciones de paso. 

Quizás sea cierto, quizás hasta sea cierto por entero y venga el quizás a presentar la inutilidad de la duda, pues al dudar, la duda no hace más que postergar por otro tiempo la comprensión debida, y en eso no cabe duda alguna, la comprensión es necesaria al completo, pues sin su totalidad se abre paso al sufrimiento. 

Estoy aquí parapetada entre la noche y mis agujeros y no cabe ni un milímetro cuadrado de desespero, atravesaré las horas del relojero y encontraré un camino que me lleve a la inspiración exacta y concreta que recite por entero mi Don, el sentido con el que ha brotado mi primer aliento, sin más desesperación, ni empecinado esmero, empezaré por lo primero y esperaré también a los segundos y a los terceros, porque por fin entiendo que del primero hasta el último todos somos imprescindiblemente necesarios. 



Para los durmientes dulces sueños y para los insomnes un fructífero abrazo sincero, porque mis bellas almas están entrelazadas a mi ser y en todas ellas esta noche la luna se esconde dejando un vacío silencioso que invita a ser desde la oscuridad una lucidez apaciblemente unida.

lunes, 16 de abril de 2012

MASCARA DE ENFOQUE



De las pestañas quebradas han brotado nuevas andanzas, para filtrar con otros aires los vientos de lo imprevisto, que desde siempre están renovándose en una trenza inacabable de bucles y rondas, son los ciclos que culminan los equinoccios y los solsticios con la astronomía de mi ser interno; Es la atracción oculta de la intención más ciega, lo que aprieta el nudo de las palabras húmedas que ahogadas, se marchitan en la laguna de la soledad de Uno. 

Y cada día, cada mañana, cada hora y cada minuto me aplomo en la determinación indestructible de ser; Sin ser esto, ni aquello que pudiendo dar un nombre, sentido o color dejo de ser de un instante a otro. 

Y cada día, cada mañana, cada hora y cada minuto me afirmo en la intención de recordar mi sitio original, descartar todo lo que circula por el mundo de las apariencias y emprender el camino delgado de la verdad, incluso cuando la enredadera sesgada de las dudas se ramifica. 

Y cada día, cada mañana, cada hora y cada minuto me detengo, me siento y espero sobre el filo del hacha de la voluntad y del silencio, dejando al tiempo que paste a lo ancho y largo, desde el abismo hasta el mar de los cielos a contemplar serenamente como la paciencia ilumina sólo y exclusivamente un Único brote entre la raíz cuadrada de los cien mil finales posibles, y descartar todo aquello que la luz no alcance, dejar que el viento se lo lleve, como se lleva la paja y deja el grano. 

Y cada día, cada mañana, cada hora y cada minuto, el latido exacto impulsa la vida que gasto, con gusto y sin prisas, porque el corazón sabe oportunamente que el instinto reclama tan sutilmente que solo el silencio y la sabiduría del alma consiguen descifrar su norte, así que cada vez ando con el paso más corto, me aprieto la prudencia, aflojo los miedos y me lanzo con más fe que nunca al vacío... sin vértigo.

martes, 3 de abril de 2012

ORACIÓN





Confío en mi maestro interior y elijo su fuerza, estoy abierta para recibir inspiración respecto de que hacer con mi propia vida. 

Guardaré silencio para poder oír la voz del Espíritu Santo que es mi Yo Superior, cada vez mas fuerte y clara. 

QUIERO RECIBIR GUIA DE CÓMO PROCEDER PARA VER EL MUNDO DESDE LOS OJOS DE MI ESPIRITU. 

Ayúdame a volver en mi, sé que Dios no es una persona. Sé que Dios no es responsable de los problemas y los sufrimientos. Sé que las leyes no tiene nada que ver con la justicia. 

Ayúdame a hacer consciente mi mente subconsciente y que aflore la Verdad más allá del universo. Sé que yo creo la ilusión, soy práctica y cuido de mi misma, no ignoro mis necesidades mundanas, sé que nunca estoy sola y no me sentiré mal si me extravío temporalmente. 

Ayúdame a oír tu voz sin juicio, desde el Amor. Sé que todo es perfecto y que el defecto sólo es una ilusión con fines didácticos. 

Ayúdame a practicar el verdadero perdón. Sé que ningún juicio es válido y por eso perdono y confío. 

Pido guía para despertar, sé que la única salida del laberinto de la mente es el perdón y la compasión, sé que no puedo hacer este camino yo sola, ya que sólo a través de las relaciones podré examinar mi propio ego. Sé que el verdadero Amor ha de ser compartido, por eso quiero abandonar mis resistencias y mi culpa inconsciente, sin arrojarlas a los demás. 

Ayúdame a caminar siempre con la humildad del que sabe que Dios es el único destino. Sé que no necesito nada a parte de su amor. 

Sé que el Amor no alberga resentimientos, ayúdame a perdonar y a encontrar el Amor y la Paz de Dios que reside en mi. 

Gracias



jueves, 29 de marzo de 2012

MARIONETA DE TRAPO



Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera.

Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas no por lo que valen, sino por lo que significan.Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

Si Dios me obsequiara con un trozo de vida vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les demostraría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse!A un niño le daría alas y le dejaría que él solo aprendiese a volar.  A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. 

Tantas cosas he aprendido de vosotros, los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. 

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.

He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no me habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas. 

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría "te quiero" y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes. 

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero y que nunca te olvidaré. El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no encontraste tiempo para una sonrisa, un abrazo y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo. 

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

JOHNNY WELCH

martes, 27 de marzo de 2012

ERES SIEMPRE



Eres siempre, 
ni un instante faltas
aunque te apures siempre corriendo para no llegar tarde
o demores tu presencia hasta después de marcharte,
eres siempre,
porque en un instante llenaste de inmensidad lo vacio
incluso cuando ignoras al preguntarte todo el tiempo
que hay reflejado en el espejo,
eres porque casualmente llegaste a tiempo a la atemporalidad
y te entretienes en coserle el dobladillo a los domingos
acurrucando la pureza de la risa espontaneamente,
eres, aunque a veces no te des cuenta, y vayas sin ir directamente
a rodear con tu abrazo la infinitud de mi latir etereo.

DIMINUTEZ


Sé que aún me quedan sueños de los que despertar y apuesto toda la calderilla que me queda a que dentro de un rato, por no decir ahora mismo, un pensamiento devorador desaparecerá de mi ilusión dejando un amplio espacio vacío, y mientras tanto yo daré cuerda al supuesto reloj de la vida y me haré sutilmente más pequeña, nada que salte a la vista, sólo lo imperceptible. Lo haré así hasta la eternidad, hasta que mi diminutez quepa por entero en la inmensa amplitud del continente vacío, sólo así me desperezaré del sueño para ser la única realidad que en verdad siempre he sido.

lunes, 26 de marzo de 2012

EL CORAZÓN MÁS PLANO DE LA TIERRA...


El corazón más plano de la tierra... 

Roberto Juarroz


El corazón más plano de la tierra,
el corazón más seco,
me mostró su ternura.
y yo tuve vergüenza de la mía.

Tuve vergüenza de los himnos largos,
de las constelaciones derramadas,
de los gestos nupciales y espumosos,
de las escarapelas del amor,
de los amaneceres desplomados.

Y también tuve miedo.
Miedo de las palabras que no cantan,
miedo de las imágenes que sobran
cuando tanto ser falta,
miedo de los roedores que se baten
en la iglesia vacía,
miedo de las habitaciones bautismales
que se llenan de águilas.

El corazón más plano de la tierra
me hizo aprender el salto en el abismo
de una sola mirada.

domingo, 25 de marzo de 2012

CUANDO LA LLUVIA CESE

¿Qué realidad quedará
cuando la lluvia cese en el alma?

Quedará el sol hermano
y tu limpia mirada,
las nubes de tus pensamientos
doblarán el horizonte escurridizo
y los plomizos colores
caerán por su propio peso.

Libre de tormentas
tu mente recorrerá el sendero 
arbolado de semillas sin tiempo
y verás crecer el cielo
al ritmo de tu pupila clara.

martes, 20 de marzo de 2012

A LA VERDAD


Aunque mis párpados se cierren, mis ojos permanecen abiertos.

martes, 28 de febrero de 2012

APRENDIENDO A EQUIVOCARME



Tengo frio, el termostato digital de este hotel de lujo no me deja subir más de tres grados por encima de los 21 estipulados, pero yo siento el frio pegado a los talones y me trepa por la noche hasta las cejas. 

Mentiría si dijese que he tratado de dormir, mentiría si dijera que he abierto el libro que olvidé meter en la maleta, mentiría también si llegase siquiera a insinuar que no sé de donde proviene el temblor que atrapa mi escalofrío noctambulo.

Suele ocurrir cada cierto tiempo, es un circuito impredecible pero tan próximo como mi propio latido. Me hace estremecer, es una mezcla de frustrada alegría que nunca acabo de combatir.  Intento renacer cada segundo, con la firme convicción de dejar atrás lo baldío y lo infructífero, pero una especie de estela asociada me confina a una prisión de inercias y espejismos. Intento ser de nuevo, conociendo sobradamente cuales son mis tretas resabiadas, caigo a pesar  de las alertas en las lagunas intencionales, entonces de nuevo me acerco al principio, repitiendo el mismo bucle cual tirabuzón estirado, con un poco más de espacio cada onda que desliza el rizo.

Me siento más cerca que nunca del vacío y la simple visión del precipicio me eleva por mis evanescencias a una paz que reconozco cada vez más mía, y digo mía en el más amplio sentido posesivo que pueda imaginar, porque la paz y la armonía son como la propia anatomía, de rasgos comunes y exquisitamente irrebatibles, desde lo obvio hasta lo rebuscado de una simple huella digital.

Aún así siento frío, el frío de lo impersonal, el frio del relleno que no acaba de cubrirme por completo, el frio desnudo de las blancas paredes sobre el metal, pretendiendo infundir a la apariencia un lujo desarmado de calidez.

En realidad no se me ha perdido nada en esta tierra húmeda y extraña donde la soledad muerde los bordes de estas sábanas de alquiler y las ventanas de la habitación dan a un patio de luces donde no llega el sol.

Puede que  sea por esta arbitraria contrariedad que finalmente desista de buscar sentido a lo razonable e incluso por la misma razón el frío consiga vencerme a pesar de mi tozudo empeño en no ceder lo cálido al desamparo.

Quizás es el momento y la temperatura perfecta para empezar a  reconocer el valor de los obstáculos y otorgarle el debido mérito a los contratiempos que a lo largo del camino van sucediéndose, como yo me sucedo a mi misma a pesar del frío que llevo calado a los tuétanos.

¡Al final quizás a través de la fuerza del perdón haya aprendido a equivocarme! 

lunes, 20 de febrero de 2012

SENTADA AL BORDE DEL TIEMPO




La realidad a pie de calle se sostiene. A ratos, permanezco sentada en el borde del tiempo sabiendo a ciencia cierta, lo errado de memorias que acaba pareciéndome un ensimismamiento, aun así amarro una neurona a la pata izquierda de un banco metálico y caigo por el tirabuzón de algún pensamiento escurridizo, sosteniendo la mirada introvertida en busca de un sentido que no deja de transmutarse.

Segundo a segundo va variando su posición en mis encierros, las piezas del puzzle están desperdigadas por todos lados, pero las fundamentales han sido cosidas a mis párpados con sedal plateado y un rio pedregoso mantiene despiertas mis escuchas, para que no vuelva el sueño embriagado a dormirme lo vital.

Es imposible mirar dos veces lo mismo, a sabiendas dirijo la mirada de nuevo al viejo renovado y me dice con otros labios, que el tiempo ha corrido un paso y si pongo mucha atención casi alcanzo a verle los tobillos.

El verbo también ha cambiado sustancialmente, más contenido y más sujeto hilvanan el mismo tejido de nuevo sobre obsoleto. Van sucediendo las batallas y las apuestas van cinco a uno a favor del presente puro, lo que pudo ser y no fue se está volviendo amarillo, lo que dejé de ganar ha sido rescatado con fondos empíricos, los préstamos y los intereses se cubren con perversos saldos inflexibles.

No todo es etéreo, la materia con el frio se ha solidificado y de tanto altibajo, se me han quedado los dobladillos con rastros de barro, aún así los zapatos insisten en su andadura y recorren los escuetos pasillos de los días de a pie, con el paso corto y el gesto atento.

Me gusta esta realidad de mediodía, sin alas ni pretensiones estrafalarias, sólo un gesto humilde, una sonrisa templada, el sabor de lo imperecedero en las comisuras y un sencillo atuendo; me gusta este sol mediterráneo y su colorido invernal que promete aún ante los peores augurios un puñado de templanzas. La realidad a pie de calle me sostiene.

martes, 31 de enero de 2012

SER, PARA PODER AMAR LO QUE ES.



Amar lo que es sin calificar, ni caer en ofensas que no lo son, ni descalificar diferencias sólo por ser diferencias. 

Amar en los tiempos que corren, es extender los brazos y dejar que fluya el amor con lo que hay en las venas... los altibajos, los escalofríos, los desencuentros, los abrazos, las penas y las alegrías. 

Amar en los tiempos que corren es tan fácil o tan difícil como vivir en plena presencia. Hay que verse, para poder ver. Hay que aceptarse, para poder aceptar. Hay que perdonarse para poder perdonar, hay que redescubrirse para poder descubrir al otro a cada instante... 

Ese instante escurridizo que permanentemente nos renueva y nos hace permanecer siempre despiertos para poder ser uno realmente en cada momento, en los momentos de soledad y en los momentos compartidos y así, poderse mirar a los ojos y reconocerse mutuamente en paz, en silencio, sin más.