Del sueño a la Realidad...

Sueño que me despierto, veo las nubes detrás de los árboles, me levanto y atentamente observo el rostro reflejado en el espejo... preguntándome quién es la que está durmiendo.

jueves, 21 de abril de 2011

ERES AQUI.

El tiempo se sumerge en la fuente, sin horas.

La vida se va, se queda y vuelve.




Eres aquí, por más que te empeñes en irte
a lugares remotos y perderte por las esquinas
de los paramos a oler las horas descosidas.

Eres aquí, y brotas en un susurro constante
que brinca siempre entre mis rocas, emergiendo
la consciencia de mis sueños renovados.

Eres aquí, presencia y júbilo sostenido
que me amarra al amor, como la yedra
se amarra en lo alto al roble inmenso.

Eres aquí, reflejo encadenado
de mis paisajes oníricos
donde te habito sin permiso.

Aquí eres, aquí estás, y te expandes
como la estela inacabada de un mañana
que promete siempre amanecer.

martes, 19 de abril de 2011

EL VIAJE A ITAKA... tanto resuena y resuena, que resuena aún.




Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.

Konstantínos Kaváfis.

domingo, 17 de abril de 2011

TRIPLE MORTAL INVERTIDO, CON RED

Me queda la fe inquebrantable y por más que se empeñan las lágrimas en ahogarme y las horas en olvidarme yo sigo empeñada en sostener este pulso, que se ha vuelto una lucha de locos y molinos.
Hay muchas salidas, podría salir al paso y dejarme convencer por los generosos mimos que me ofreces, podría en todo caso, sellar mis ojos y obviar está latente soledad que se me agarra a las entrañas cuando te acabas de ir y me acecha sin tregua  haciéndome sentir frágil y diminuta.
Podría enterrar mi corazón en un márbreo panteón  y hacer del día una patraña, fingiendo que nada me importa.  Quizás podría también volver a tomar el menú degustación de la farmacopea y simplemente caer en el sueño áspero  de la rendición. Dejar mi tiempo doblado en la esquina de la calle cobardía y ovillarme entre los miedos que mis propias sombras alargan.
Hay muchas salidas y no todas me sirven.  (Este nuevo modelo que lucha por emerger  es terriblemente exigente, debe ser que está configurado exclusivamente con piezas usadas y la experiencia exige pleno rendimiento y mínimo fallo, pues no se conforma, ni tampoco se duerme).

En verdad, es muy cierto que hay mucho trabajo por hacer, igual de cierto es que la esperanza no se ha perdido, (anda descalza y se desorienta a ratos), pero anda.
Sé que tengo el cuerpo maltratado y parece que la cabeza quisiera estallarme, pero no voy a hacerme la  víctima y esperar que el tiempo o un buen samaritano venga a consolar el dolor de mis quebrantos, esta vez solo estoy dispuesta a  hacer una apuesta temeraria.  Y apostaré todo, que es lo poco que tengo.
Estoy cansada, veo en mi vida un interminable rastro de ser y dejar de ser. Un sinfín de vidas fractales que no han durado más de lo que dura la ilusión de un invento que no es.  Estoy  cansada de mirar lo  que quiero, ya paré de juzgar lo que siento, lo que tengo, lo que tuve y lo que quisiera tener.

Ahora todo es más sencillo, no hace falta que el mundo sea perfecto, ni siquiera hace falta hacer tanto esfuerzo por pulirse uno mismo los defectos, es una lucha imposible de ganar el querer pintar de blanco el negro entero. Y no quiero esfuerzos que no llevan más que al desgaste y al vertedero. Creo que es más sencillo pararse a mirar, aceptando todo lo que hay, integrándolo dentro de mí. Todo,  lo que me bridas con el corazón abierto, lo que hay a mi alrededor, en mi entorno más cercano, lo que el universo perverso pone ante mí en un alarde de  sincronicidades que siempre llegan a tiempo…

y voy a integrarlo todo del mejor modo que pueda hacerlo, intentando en la medida de lo posible, no dejarme vencer por las inercias, ni condicionarme por los criterios subjetivos de nadie.
Tiempo, tiempo y yo misma, es todo lo que tengo, algo me dice que todo irá bien, que obre en calma, con sentido común, con buena sintonía, que todo se halla ya dentro mío,  como semilla de todo lo que ha de brotar.
Así, a fin de cuentas tiraré del amor y de la fé con serenidad y sabiduría por que lo que quiero es salir de este atolladero con mis tres pilares fundamentales enteros, sin dejarme ninguno, son tres:  la razón, la emoción y el alma.
Dicho así, parece fácil, pero desde muy ahora, no lo es tanto. Soy consciente de mis estados carenciales, de mi dependencia emocional, de mis flojeras, de mi subjetividad y del óxido de mi de instinto.  Soy consciente de que me fallan a ratos mucho las fuerzas,  también que cualquier chispa me enciende y prende una explosión de ansiedad y miedo, que me deja exhausta y rendida durante horas.  Soy consciente de mis ruinas y de mi voluntad rota. Pero aún así persevero y espero que sirva para algo, esta insistencia que me brota desde lo más hondo de mi ser.
Siento a rachas que vuelvo a sentirme en conexión  con el universo, pero en ciertos momentos me siento tan sola que a veces creo empezar a transparentar. Me siento tan mal que a veces no sé como logro respirar, en cambio a pesar de todo y gracias a todo, aún me queda esa fe inquebrantable, como una red que me reserva de la muerte en las caídas y me proporciona un gran colchón que me mece mientras me recupero del  desastre… y ahí, caída,  tendida, mareada y confusa, aguardo hasta que todo se para y mientras, recorro de memoria los pasos dados,  veo los fallos, las trampas y los problemas que obvie.  Así estoy ahora, pasando las horas de nuevo en la red, mientras supero la confusión y recupero las fuerzas para volver a intentarlo, porque es así lo que toca, es así el proceso del ser. Un triple mortal invertido.
Ale hop.

miércoles, 13 de abril de 2011

TSUNAMI EMOCIONAL

Me levanté en la tarde con los ojos nuevos, todo incluido el tiempo parecía haber tomado otra perspectiva.  De repente nada ante mi me dirige, soy exclusivamente en este punto, centro de mi ser en el que me encuentro.  Llena de consciencia. Dolorida y acongojada, pero despierta.
Me resulta curioso que sea así siempre, a través de las profundas crisis, que penetre mi mirada profundamente y me haga ver, que es este instante el único que tengo para hacer presente mi mundo interior.
Hoy ha sido un punto de inflexión, me costó mucho dar un paso, después de darlo me he sentido tan exhausta y oprimida, que me ha costado tres horas dar el siguiente, pero es que hay pasos así, que cuestan, pero hay que andarlos, para poder seguir.  Luego, tras reponerme los siguientes han sido llanos.
He tomado consciencia de la amplitud de la vida, el gran camino, el sendero que con más o menos consciencia vamos siguiendo día a día.  Ahora, de vuelta a casa y amparada en la protección nocturna del silencio, me observo  con serenidad,  me he sentado a los bordes de mi ser y desde este ángulo me observo.
Hoy, la visión produce escalofríos, hay un paisaje arrasado, mi vista sólo alcanza a ver ruinas, caos y desorden. Este montón de escombros soy yo.  Pero no me siento vencida, solo miro  a consciencia con una mirada que abarca todos los tiempos y todos los puntos de vista. Es este mi lugar, el ahora, el punto de partida, todo lo que he sido, lo que soy y lo que puedo llegar a ser. No me siento vencida, ni tampoco fracasada, he sobrevivido, es obvio, y todo el trabajo previo me permite estar aquí sentada cobrando consciencia del momento y renovando el espíritu con un aliento nuevo. 
Mi fe no se ha diluido, siempre sale ilesa y fortalecida de las grandes catástrofes de mi vida. Ahora es el momento de empezar a obrar, hay que clasificar, tirar, reconstruir, crear, componer, desfragmentar. Tengo que escanear en una mirada absoluta y resolutiva el mapa de los pedazos esparcidos de mi alma rota y recomponerla.
Hay mucho trabajo por hacer y ninguna prisa. Esta vez no hay más tiempo que el que me quede, instante a instante, parte a parte, paso a paso.   Porque  sé que  ahí, a lo amplio de mi horizonte devastado, está el milagro, la magnitud de mi ser al infinito, capaz de ser lo que quiera ser.

MUESTRA DE MI INMADUREZ.

Después de tanto andado, me doy cuenta de lo mucho que me cuesta dar un sencillo paso.

Es mi mente la que se mueve. 

lunes, 11 de abril de 2011

AHORA EMPIEZA HOY

He sido insomne, soñadora, idealista; he sido funambulista de la cuerda floja, equilibrista de la ultra percepción.  Siempre he mantenido el coraje a flote por un milímetro y me ha arrastrado siempre la poderosa creencia de que hay algo más alojado en mi interior. Algo que me define y me da sentido, algo que si pierdo de vista nubla y emborrona el resto de mí.
Me estoy refiriendo a mi alma, mi alma es ese núcleo donde realmente habito, donde se expresa mi total plenitud, al mismo tiempo mi alma son también mis abismos, las sombras oscuras que atravieso una y otra vez hasta dar con su luz.
Estar despierto no es simplemente tener los ojos abiertos, es algo más, estar despierto significa darse cuenta, darse cuenta instante a instante de la fugacidad y la profundidad de todo.
Yo quiero vivir despierta, que mis sentidos recuperen todas sus cualidades innatas, salir al paso de estas circunstancias que me han arrastrado al naufragio y encontrar en esta crisis la respuesta. El aprendizaje que me lleve hacia el crecimiento interior.
No basta con saber, hay que sentir, hay que moldearlo entre los dedos, hay que darle la vuelta a los sinsabores hasta conseguir apreciar el gusto del conocimiento, pasar por todos los niveles de conciencia hasta llegar a la supra consciencia, ese grado altísimo en el que más allá de la persona particular se halla el ser.
Hoy, estoy dolida y es en mi dolor que me atrevo a postular mis carencias, tengo mucho trabajo por hacer.
Hoy me he despertado viendo mi parálisis, he abandonado mis sentidos, los noto atrofiados,  he abandonado los buenos hábitos, perdiéndome en el caos. Me aflora la pena, porque no consigo superar el apego y mi ego todavía ensanchado se queja.
A pesar de todo estoy despierta, tomo consciencia de este punto que es hoy y respiro calma, sé que es a través de la paz, que daré con la solución de todos mis problemas, sé que a través de la concentración y la atención conseguiré enfocar mis pasos y dirigir mi rumbo. Sé que este momento, en el que todo se ha venido abajo, puede resultar el ideal, para resurgir desde las cenizas del origen, hacia una nueva oportunidad.
Así que me quedaré muy quieta, en silencio, cerraré los ojos y recorreré despacio la astronomía de mi ser interior. Quiero descubrir cada estrella, cada átomo, cada fracción de amor y de dolor.  Quiero observar desde el punto de mira de la serenidad, cada reflejo que causa una acción y todo su proceso.
A partir de ahora tengo todo el tiempo, todo el tiempo a disposición.   Es ahora el momento y esta vez no voy a dormirme.