Del sueño a la Realidad...

Sueño que me despierto, veo las nubes detrás de los árboles, me levanto y atentamente observo el rostro reflejado en el espejo... preguntándome quién es la que está durmiendo.

lunes, 21 de mayo de 2012

LUNA VACÍA



La presencia se ha forjado entera, desde los pies a lo más alto de mi comprensión y más alto aún no llego, pero espero, detenidamente y sin prisas porque el paso preciso es la ahoridad de único tiempo que tiene sentido. 

Esta noche el sueño se ha ido de ronda y quedamos la ciega noche vacía de luna y yo, como tantas noches a entonar la melodía que la inspiración recita, sin perseguir más rima que la que salga y ser lo que soy sin más infructuosas búsquedas. 

Hoy no hay sueño y la vigilia me lleva por el camino del discernimiento, porque el entendimiento ha reclamado entre tanto fluir su turno, y aquí estoy dejándole que a su modo exprese sus postulados, sea lo que sea que anda barruntando. 

Quiere decirme que está cansado de buscar afuera, que entre tanto y tanto de ir entrelazando la memoria del supraconsciente ha encontrado la fórmula que le permite descansar de la fe y de la atención perenne y ser en definitiva lo que desde un principio ha venido a ser, quiere ser útil y discierne que la utilidad tiene su mérito, pues no está de más enfocar con acierto la lente y el objetivo que a cada instante resulta más recomendable, dada la fugacidad del tiempo y la inestabilidad de la luz que brilla entre la atmosfera sostenida de las estaciones de paso. 

Quizás sea cierto, quizás hasta sea cierto por entero y venga el quizás a presentar la inutilidad de la duda, pues al dudar, la duda no hace más que postergar por otro tiempo la comprensión debida, y en eso no cabe duda alguna, la comprensión es necesaria al completo, pues sin su totalidad se abre paso al sufrimiento. 

Estoy aquí parapetada entre la noche y mis agujeros y no cabe ni un milímetro cuadrado de desespero, atravesaré las horas del relojero y encontraré un camino que me lleve a la inspiración exacta y concreta que recite por entero mi Don, el sentido con el que ha brotado mi primer aliento, sin más desesperación, ni empecinado esmero, empezaré por lo primero y esperaré también a los segundos y a los terceros, porque por fin entiendo que del primero hasta el último todos somos imprescindiblemente necesarios. 



Para los durmientes dulces sueños y para los insomnes un fructífero abrazo sincero, porque mis bellas almas están entrelazadas a mi ser y en todas ellas esta noche la luna se esconde dejando un vacío silencioso que invita a ser desde la oscuridad una lucidez apaciblemente unida.

1 comentario:

  1. Excelso soliloquio que realza el sabor, en ocasiones olvidado, de una buena y reconfortante lectura.
    Siempre es un placer desvelarse al calor de tus reflexiones, que como tantas otras veces, me invitan a no dejar de despertar.

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