Del sueño a la Realidad...

Sueño que me despierto, veo las nubes detrás de los árboles, me levanto y atentamente observo el rostro reflejado en el espejo... preguntándome quién es la que está durmiendo.

jueves, 31 de enero de 2013

NUDOS



Es duro sentirme extraña en mi propia piel, mirar y remirar alrededor sin conseguir distinguir nada que pueda identificar como propio. Me resulta difícil comprender que hay en todo esto que sea real… creo que ya ni siquiera pregunto… no cuestiono, sería idiota porque realmente sé que nada de lo que puedo ver es verdad. 

Nada que pueda observar se sostiene ante la lupa de la consciencia, nada que pueda hacer pasa ligero a través del nudo de mi garganta. Sé que todo es falso… y yo también lo soy. 

La realidad se quedó clavada en los alfileres de la memoria y sepultada por ingentes cantidades de cotidianeidad. 

Me esfuerzo por vivir el día a día y en honor a la verdad puedo decir que la mayoría del tiempo vivo en el juego con alegría, me divierto, me gusta lo que hago, lo que ocurre, como lo experimento y como mi presencia, mis actos y mis pensamientos repercuten en todo lo demás. 

Pero… la consciencia profunda de ese recuerdo me revuelve las tripas. Intento respirar tranquila y ofrecer toda mi energía con gratitud para que a través de la experiencia se realice lo haya de ser… y a pesar del esfuerzo y de la sostenida intención me cuesta disolver el nudo que me ahoga. 

La memoria me encadena a un recuerdo nebuloso de felicidad, a un reducto de amor virgen, a una fuerza capaz de mover todos los hilos del misterio y al final… todo confluye en un sendero angost que lleva a ningún lugar, y ahí es justo el lugar donde el vacío empieza a ser asfixiante y sofocador…, albergo confusión y caos, así y todo respiro profundamente y nada… nada… hasta que un suspiro viene a ofrecerme alivio momentáneo. 

El dolor tiene un mensaje que no tengo valor para descifrar. No puedo… no sé como; no sé, quizás sea miedo o tal vez simple inmadurez, pero no puedo. 

Mi corazón está eclosionando y el dolor es tan desgarrador que asusta, sin embargo eso no es lo que me produce temor, el temor me lo produce el desconcierto, el querer saber, el querer que sea… la proyección, lo que supuestamente deseo, lo que supuestamente espero, lo que amo, lo que anhelo… 

El vértigo a estas alturas es contundente, pero cualquiera que me conoce ya sabe que no voy a retroceder ni un milímetro pase lo que pase, y aquí sigo aunque sople inmisericorde el viento lancero, aunque los truenos anuncien tempestades y la niebla oscurezca mi destino, aquí sigo no sé por qué razón… o sí, aunque no consiga reconocerla entre tanto lio. 

El viaje en sí ya ha valido la pena… y ha sido mucha la pena… así que el viaje es la mejor aventura que he podido emprender en esta vida. El tiempo se está convirtiendo en compañero de fatigas, a veces no le soporto, otras veces en cambio, me concede una tregua y bailamos juntos a detener el universo. 

Todo es irreal, lo sé, lo siento y lo experimento de tal forma y sin embargo mi sangre es tan roja como la de los demás, mis sueños son profundos e idealistas y como mis fuerzas son indoblegables ante la rendición, sé que viviré plantándole cara a cualquier reto hasta que caiga muerta o alcance la victoria final. 

Mientras tanto… doy todo… no guardo nada para mi. No sé donde podría guardar nada, no consigo encontrar ningún refugio fuera del hogar que se quedó prendido en algún lugar de la memoria donde no consigo encontrarlo. 

No se como conspira el destino para ponerme siempre al borde del abismo, pero sigo aquí, por alguna razón que ignoro… y sé que tarde o temprano encontraré el destino o quizás el destino me encuentre a mi, y juro por lo más sagrado que el día que eso ocurra, lo agarraré para siempre jamás y no dejaré que nada ni nadie consiga deshacer esa unión. 

Todo lo demás es relativo… y mientras el reloj le da cuerda al tiempo mi corazón se abre latido tras latido... y mientras esa unión definitiva ocurre, aprendo a vivir desde él, con él, en él y para él. Es lo único que consigue darme consuelo. Lo único que visto desde dentro me parece verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario