Del sueño a la Realidad...

Sueño que me despierto, veo las nubes detrás de los árboles, me levanto y atentamente observo el rostro reflejado en el espejo... preguntándome quién es la que está durmiendo.

martes, 27 de septiembre de 2011

LA GALERA DEL MIEDO


Clandestina subo sin remos a la galera, el timón rota sobre las cruces del viento y silenciosamente busco la misma madera de siempre, donde apear mis recelos.

Busco a través del tiempo un aliado donde mezclar desconsuelo y anhelo. Temo, perdida entre la bruma, que un percance surque la ola atravesada y entone la melodía marina de los sueños náufragos.

En el mar, todo me evoca aquel paraje donde acuden los sueños que crecían en la enredadera blanca, libre de imperfección y ecos.  Cierro los ojos y me sumerjo en el dolor atragantado, en el martirio largo y en la astenia.

Todo se cubre de distancia y vacío. La soledad mora en mi vientre y yo, atea y mártir, subo el engendro hasta mis ojos vertebrados de memorias. Cae un torrente de lluvia helada que me recorre visceralmente, huelo la sal y la congoja y presiento el puerto iluso de mis desvelos… a contracorriente.

Nada  interpone mis miedos. Vienen cual bandada de estorninos sobre los cielos metálicos y yo, aferrada e inconsciente aún, guardo entre mis dedos aquel vuelo libre de palomas inmaculadas  en el cofre oxidado.

Lucho, lucho y naufrago cada segundo, en un eterno desafío. La razón no excusa la potencia de mi conmoción. No hay lógica que resista el frío que habita en mi brújula desorientada.

Así, desnuda de mi misma, me dejo llevar por la deriva hacia donde el azul, disipe la calima y abra un rumbo hacia lo primero y lo único. La muerte y la derrota son catanas ligeras amputando arrestos, pero no todo… todo no… aún no. Aún varada, sigo persiguiendo en espiral, los sueños plateados de mi primera visión.

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